domingo, 3 de junio de 2012

Ira++ (III) Final

Empezó a conducir y tomó la misma ruta que aquél dia por la mañana giró a la izquiera, a la derecha, y seguió unos 100 metros adelante, se incorporó a la rotonda, aquella misma en la que casi tuvo en golpe por la mañana, el rigido interior no cesaba, sus sentidos estaban como en efecto túnel.

Tras ceder el paso a un coche, se incorporó y mientras hacia la rotonda perfectamente, por el carril derecho, vió como un coche, a toda velocidad se aproximaba a él, iba a salir por la tercera salida, puso el intermitente pasa salir, y se dió cuenta que ese coche también iba a salir por esa salida, pero que quería adelantarle suciamente.

En un determinado momento, sin saber como, los coches chocaron, un impacto del otro coche por detrás al coche de José, haciendo que no saltara el airbag y dando con su cabeza en el volante, provocandole una brecha, que sangraba profusamente.

Confundido aún por el golpe se bajó del coche, y allí mismo, se topó con un hombre, el hombre del otro coche, que se habia bajado corriendo a por él, que más que un hombre era un gorila, alto, musculado, con tatuajes por todo el cuerpo, pendientes por todos lados, oro en su cuello y en sus manos...

-¿Pero que haces gilipollas? ¿Que no me has visto que iba a salir yo antes por la rotonda?- Dijo el ser, con un tono enfadado.

-Pero yo llevaba la preferencia, iba por fuera y con el intermitente puesto, teóricamente yo iba a salir primero- Dijo José un poco achantado.

-Pero que dices pavo, yo iba antes que tú, no me digas que no comemierdas por que sabes que si. -Dijo el gorila. Y tu que tienes la culpa de esto me lo vas a pagar, por que la carrocería modificada que lleva, cuesta muchos "leuros", que lo sepas.

- Yo no tengo que pagar nada, asi que si hace el favor de sacar los partes amistosos, solucionemos esto lo antes posible, no tengo un buen día- Dijo José

Por aquellos instantes el rugido interior de José no dejaba de crepitar en su interior, pero le dejaba escuchar, razonar y seguir consciente, pero aquello estaba cerca, muy cerca de su límite.

-¿Como? Ya te he dicho que TÚ tienes la culpa tio mierdas, y me lo vas a pagar todo, ¿sabes?- Dijo el tipo en un tono amenazante...

Mientras, el tipo, no dejaba de dar con el dedo a la altura del pecho de José, palabra tras palabra, le daba con el dedo, apuntándolo, como recriminándolo.

-Por que te voy a meter una hostia como no me lo pagues...blablablablablablabla- Decia el tipo.

Pero llegado ese punto José dejó de escuchar. Solo escuchaba el rugido, y a su corazón palpitar, cada vez más rapido y más fuerte.

Cerró los ojos por un instante. Y se vió en otro lugar. Oscuro. No se veía nada, estaba como encerrado en una habitación sin ventanas. No comprendía nada. Una voz que le decia: ¡Libérala!, ¡Deja que fluya!, ¡No lo temas!, ¡Vamos!, ¡Hazlo!...De repente algo apareció frente a sus ojos. Un ser, muy alto, muy fuerte, era como él, exactamente igual.

Sabia que era él perfectamente, así que no le temió y escuchó sus palabras. Cortas, concisas y directas.

-¡Libéralo vamos, tienes que hacerlo, esto no puede quedar así, demasiado has aguantado, si no lo haces, esto te matará, tu puedes vamos, tú eres Greystar!- Dijo aquel él, al que escuchaba.

Tras esto cerró los ojos, y se sentió como liberado, el cuerpo le ardia en llamas, pero aún estaba allí dentro. Hasta que se dió cuenta, de que realmente estaba en su propio cuerpo, había perdido el control, ya que podía verse a si mismo desde dentro, pero no podía hacer nada, solo observar como todo se convertiría en una masacre, que no sabía hasta donde podría llegar. Además su cuerpo había crecido, no de tamaño, si no en fuerza y regeneración, dureza y flexibilidad, velocidad y técnica. Solo pudo observar como se desarrollaba todo.

Mientras tanto, el gorila del coche se disponía a pegarle un puñetazo ya que creia que le estaba vacilando, el puño del tipo impactó contra la nariz de ahora Greystar, partiendo la mano del tipo.

Este se echó para atrás, y vió al mismo tipo de antes, solo que con los ojos completamente blancos, una malévola sonrisa, y una extraña respiración, no asíncrona pero si algo agitada.

El tipo no se asustó y volvió a intentar pegarle, Greystar, agarró su mano como si fuera la de un niño y la apartó de su cara, acto seguido, se acercó a la cara del tipo, y con los dos puños, y en menos de una décima de segundo, apastó la cabeza del ser, sacando los sesos por las orejas, dejando su cabeza achatada por los lados, tras esto, un grito sordo salió de su boca, reventando los ojos del tipo e instantáneamente matándolo.

Aquello era solo el principio.

La gente huyó despavorida, pidiendo ayuda y llamándo a la policía.

Greystar estaba fuera de control, en su ira descontrolada, se dedicó a destrozar el coche del tipo al que acababa de matar. Empezó por arrancar la puerta que había quedado abierta, arrugándola como una bayeta y tirándola al otro lado de la rotonda. Siguió con el capó al que hizo saltar de un puñetazo, seguidamente arrancó una rueda, le dió un mordisco, reventándola y tirándola lejos también.

A los pocos minutos de aquello y con el coche ya destrozado completamente, del que solo quedaba el motor, y las barras antivuelco, llegaron varias patrullas de policía, 3 concretamente. Cada una cargada con 5 policias. Y allí se bajaron.

-Señor, tranquilicese por favor, vamos a ayudarle- Dijo el que parecía el policía con más rango.

Tras esto, Greystar se giró hacia ellos, con la misma mirada que le puso al tipo al que había destrozado antes. Y de nuevo un grito sordo salió de su boca, tirándolos al suelo a todos y destrozando los cristales de todos los coches patrulla.

Los policias se levantaron.

-No temaís al disparar, id a matar, y uno de vosotros avisar, que venga todo lo que pueda, carros blindados, helicópteros, lo que sea, lo vamos a necesitar contra este tipo- Dijo el policía encargado de los demás.

En ese mismo instante todos desefundaron sus armas y dispararon contra Greystar. Nada. Su cuerpo intacto, todas las balas destrozadas en su piel. Cayeron al suelo. No les quedaban más balas.

De un rápido movimiento Greystar saltó al policía mas lejano que intentaba huir ya, le agarró de la cabeza y se la estrelló contra el suelo, de un salto, cayó sobre otro, partiendole la columna, un tercero recibió un puñetazo sónico, destrozándole la cara, y hundiéndole el cráneo.

Zizagueando entre ellos, agarró a cuatro a la vez y de un puñetazo, los atravesó, echó el brazo hacia detrás y se los sacudió cuales muñecos sin vida, iban 7.

Sin tiempo para reaccionar a los otros 8, fue desmembrándolos uno a uno, hasta contar 7, al último, simplemente se le acercó a la cara, le gritó, y con su pié, pisando los del policía, y de una patada alta, le arrancó la cabeza de cuajo.

Segundos después, un grito que dió Greystar, reventó todos los cristales de los alrededores.

De repente y de detrás de un edificio, salieron dos helicópteros de combate, en dirección a él, y de todas las calles colindantes, carros de combate, y hombres armados hasta los dientes a pie, unos 100.

De nuevo Greystar gritó, y con ello tiró al suelo y dejó inconscientes a 80 de los 100. Solo los más fuertes aguantaron la acometida del grito.

Los 20 restantes se reaguparon en una sola unidad.

-Disparad todo contra él- Dijo una voz que parecía provenir de ningún sitio.

Con esto, los helicópteros se posicionaron, al igual que los carros de combate, y dispararon contra Greystar.

Tras 5 minutos de intenso ametrallamientos y un humo intenso del cual, nada hubiera salido vivo, se despejó y dejó ver un panorama macabro. Ni un solo resguño. Solo metralla destrozada a sus pies. Los policias no tenian más munición.

Greystar de nuevo sacó la sonrisa malévola y profirió un nuevo grito.

De un salto, alto, mucho, se agarró al parabrisas de uno de los helicopteros y de un puñetazo lo destrozó, agarrando en el camino al piloto del mismo, y tirándolo al vacio, y lo mismo con el copiloto.

De repente, hizo como que saltaba del helicoptero, pero lo agarró por los patines de aterrizaje, y con una inusitada fuerza, se dió impulso, y lo lanzó hacia donde estaban los 20 hombres restantes, agachados detrás de 4 carros de combate a modo de fortín, destronzándolos, tanto a los carros, como a los hombres allí hacinados. Destruyendo sus cuerpos por la explosión y reduciendolos a cenizas por el fuego causado por el mismo.

Sin llegar a caer el suelo, y con el mismo impulso, se agarró al otro helicóptero. Pero esta vez extendiendo la mano al rotor, destrozándolo con la misma. Y dejándolo caer a tierra. Aún cayó sin explotar.

Greystar cayó tmb al suelo, y de una patada inmensa, y sin dar tiempo a los tripulantes a salir, estrelló el helicoptero contra los restantes carros que quedaban. Haciendolos explotar a todos, haciendo lo mismo que anteriormente, reduciendo a cenizas todo lo que había alrededor.

De aquel último amasijo de hierros fundentes, un cuerpo todavía sobresalió, saliendo a rastras de aquello.

Greystar se acercó a él, y susurró: fin del juego. Y según decia esto, y con un puñetazo sónico, destrozó las cenizas de aquél hombre que aún agonizaba.

Un vez terminado esto, el cuerpo de Greystar volvió a su ser, desprendiendo humo alrededor, volviendo a ser José. Y retomando el control de su cuerpo. Ya no había rugido, volvía a ser él. No había mas ira, y no la habría más, por que debería aprender a controlarla y sacarla a su debido tiempo, o Greystar volvería a surgir de nuevo.

Él mismo había visto lo que había hecho allí, así que decidió correr, para que no le viera nadie más. Lo había hecho, y hecho estaba. Había algo en su interior que tenía que aprender a controlar, algo que podría usar en su beneficio, para el bien, ¿talvez?.

FIN

1 comentario:

  1. Impresionante, la historia esta bastante bien, entretenida y bastante elaborada, me la he leído del tirón y no me ha aburrido.

    Tiene sus pequeños fallos que ya te iré comentando, pero de momento vas por buen camino :D

    Te felicito muyayo

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